ábreme las puertas

La entrada principal de la facultad se halla algo escondida, no se ve a primera vista cuando se llega al edificio, hay que buscarla. Como puerta principal, se retira al público para desorientar.

Con la finalidad de evitar corrientes, antes de acceder, hay un intervalo que simplemente sirve de paso. Este espacio, casi en su totalidad, está construido por paneles de cristal. Limpio e inhabitado, prácticamente sin uso. De pronto se erige como cubo perfecto para intervenir con mi proyecto: letanías. Tanto para entrar como para salir, los dos paños se superponen visualmente creando una confusión. Galimatías aún mayor cuando se montan los dos planos de escritura en una especie de palimpsesto acumulativo. Es más, como las puertas automáticas se abren al paso de la gente, escribir en ellas implica no sólo la movilidad del texto, sino además el doble montaje del mismo.

La frase escogida para la ocasión fue: “Ábreme las puertas”. Oración simbólica que se repite una y otra vez para hacer referencia a la entrada del edificio como espacio físico, pero también como acceso al conocimiento y a la gente del mismo. La facultad, como punto inicial e iniciático dentro del mundo del arte, y como contenedor que ofrece oportunidades a los alumnos.

Ábreme las puertas es un grito de auxilio, una invocación, un deseo pronunciado en voz alta.














ábreme las puertas
Joaquín Artime © 2015
Instalación.
Hall de la Facultad de Bellas Artes de San Carlos. UPV. Valencia.

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