Noli me legere

El viernes 24 de junio a las 20.30 h. se inaugura la muestra Noli me legere de Joaquín Artime  en la Sala de Arte Contemporáneo SAC. (Casa de la Cultura. S/C de Tfe. Calle Comodoro Rolín, número 1. Parque La Granja). La muestra tendrá un horario de lunes a viernes de 11.00 a 14.00 / 17.00 a 20.00 h. Y se clausurará el 31 de agosto.


El lenguaje, debido a su mal uso, puede entenderse como una barrera social, cultural y física. Con letanías, la serie que Joaquín Artime comienza en 2013, trata de visibilizar esta impenetrabilidad o distancia que las palabras generan.

En las letanías el artista busca lo que le suscita un espacio, una idea, un material, un elemento; y lo convierte en una frase que reproduce una y otra vez sobre una misma superficie. Escribe al revés, en mayúsculas, sin signos de puntuación, sin espacios, levantando una retahíla de letras sin orden aparente, sin fin. De ello se deduce que la palabra está mal empleada, ya no sirve para comunicar, se convierte en una herramienta de exclusión, un muro contextual y textual.

En primera instancia, el lenguaje escrito debería otorgar comunicación, pero convertido en letanía se erige como frontera inabarcable. Una cortina que fomenta la alteridad para destruir nuestra percepción del espacio, de la relación cuerpo a cuerpo y de lo literario. Artime readapta el texto a una forma ajena a la lectura. La pieza/escena no se puede leer ni contemplar de forma simultánea. La atención se divide en dos, convirtiéndose tanto verbalmente como visualmente en un ente disléxico. A través de la repetición formal de una manera de hacer, y de la repetición obsesiva de un pensamiento escrito sin descanso, se genera una diferencia entre lo pensado y lo dicho. De este modo, se alude a lo incesante y lo interminable con el objetivo de producir una ceguera visual.

Citando a Maurice Blanchot, Noli me legere es la imposibilidad evidente de comunicar el discurso tal cual fue emanado, incluso concebido. A todo escritor le supone una gran dificultad leer su propia obra, y por ende, esa dificultad se transfiere a todo aquel que la contempla. El término que da título también apunta a la obsesión que liga a cada autor con un tema, obligándolo a decir lo que ya dijo con anterioridad, ilustrando la necesidad de volver al mismo punto, a los mismos caminos, a la necesidad de pertenecer a la imagen y no al objeto, a lo que hace que las palabras mismas puedan transformarse en imágenes, apariencias, y ya no signos, valores.

La acumulación se convierte en este caso en una estrategia que evidencia el desorden mental de un estado permanente de incertidumbre. Noli me legere es una exposición en la cual Artime pretende conjugar distintas letanías para que se vayan sumando sobre un mismo espacio. El interés, en este caso, no deriva sólo de la ilegibilidad del lenguaje escrito, sino de la conjunción de distintas técnicas que parten de la misma serie.

De este modo, erigir barreras a través de un lenguaje que se vulnera y distorsiona, sumándose y multiplicándose, es el principal atractivo de la propuesta. Pues en él, el artista reflexiona sobre el lenguaje artístico, poniendo en relación y en crisis las disciplinas que usa.

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