Santa Cruz y sus palabras, por Dalia de la Rosa


Uno de los ejercicios más complicados a los que normalmente nos vemos sometidos es poner en palabras aquello que sentimos y pensamos. Pocas veces estamos del todo conectados con lo que queremos decir y con lo que finalmente sale de nuestra boca o de nuestra mano. Las palabras, el lenguaje, nos constituyen y nos realiza como seres relacionales o sociales con el entorno de fondo. Este fondo/ciudad es el lugar donde nos movemos, vivimos, comemos, trabajamos, discutimos y reímos; una ciudad de fondo por la que fluyen ecos y murmullos.

El pasado Jueves 24 de abril se dio en Solar la unión de tres puntos de vista paralelos, un nudo que ha quedado ya ligado. Por una parte, la propia filosofía de Solar como lugar privado pero común como hito irradiante dentro de la ciudad, por otra De Manifiesto como proyecto expositivo en el que se trata de reflexionar acerca del movimiento y comportamiento del cuerpo en su entorno inmediato y, por último, la performance de Joaquín Artime eco en 5 actos,una suerte de amalgama de pensamientos sobre la ciudad de Santa Cruz reunidos por el propio artista a través de una convocatoria pública en redes sociales.

Para Joaquín Artime la palabra es importante, como encierro de significados y cárcel que podemos o no sortear, así como liberación que en eco para 5 actos se convierte en catalizador de múltiples interpretaciones de la ciudad. En Solar Santa Cruz se convirtió en lugar de amor y desamor, hogar, lugar de trabajo, en olores a mar y refinería, procesados de forma ritualizada y puesta en sonidos. El caos de palabras agolpadas se ordenan en 5 actos que, escritos al revés, y emitidos por Artime regalaron una vez más una interpretación de la vivencia del entorno urbano conectado, cuidadoso y responsable con los ecos de todas las personas que participaron en forma de palabras que describían su relación con Santa Cruz como de aquellos que presenciaron la acción del artista.

Dalia de la Rosa

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