Para que se peguen las ideas, por Joaquín Artime

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:

engomado, da
(Del part. de engomar).
1. adj. Chile. Peripuesto, acicalado.
2. adj. C. Rica, Guat., Méx., Nic. y Pan. Dicho de una persona: Que amanece con goma (‖ resaca).
3. m. Acción y efecto de engomar.

engomar
1. tr. Untar de goma los papeles y otros objetos para lograr su adherencia.
2. tr. Dar goma desleída a las telas y otros géneros para que queden lustrosos.

El origen de “Papel engomado” es incierto, como incierta es la procedencia de las ideas, que surgen sin avisar. Sin más, nos vemos abocados por un pensamiento repentino. Con suerte, ese pensamiento es lo suficientemente bueno como para iluminar una zona del cerebro, sorprendernos y hacernos vibrar. Si ese primer centelleo logra perdurar en nuestra mente unos pocos segundos, si no lo desechamos y decidimos valorarlo, ya tenemos el primer germen de una posibilidad.

Para que esa posibilidad se acabe convirtiendo en una buena idea hacen falta otros factores, entre ellos la maduración del tiempo. Sin embargo, cuando son varias personas las que moldean un mismo concepto, el proceso se transforma a un ritmo acelerado. Las conclusiones se precipitan. Se llega antes a la solución del problema.

Los artistas del Espacio de Producción de Artes Visuales ignoramos si nuestra revista-objeto es o no una buena idea, sólo sabemos con seguridad que es producto de un coloquio, de compartir horas divagando, estudiando las viabilidades, dándole forma, y en ese aspecto, es el mejor hijo que hemos podido parir.

Somos jóvenes, casi, casi, padres primerizos. Hasta la fecha ninguno de nosotros había pensado en autoeditarse un fanzine, una revista, de publicar, y mucho menos sentar cátedra. Pero se nos ocurren cosas. Constantemente. Somos como cacerolas en estado permanente de ebullición, y cuando nos juntamos, el calor de los otros nos alimenta, nos reactiva, nos ayuda, hace que ululemos sin parar.

Siendo así, “Papel engomado” es la respuesta a ese intercambio infatigable, una forma de registrar todo lo que pasa por nuestras cabezas: aquello que nos preocupa, aquello en lo cual creemos. Para que esas conversaciones, que de pronto se nos antojan fundamentales, no se pierdan en el silencio del olvido.

Nuestro afán no es didáctico ni ejemplarizante. No anhelamos ser referente ni estar en el punto de mira. No tenemos pretensiones, al no ser que compartir inquietudes sea una pretensión. Asumimos nuestra responsabilidad en el proceso y aceptamos que muy probablemente nos equivocaremos. Pero la palabra, las ganas, nos son inherentes. Por eso alzamos la voz aunque sea en formato de bolsillo.

Un formato que recoge el antiguo origen tabacalero de este edificio, el mismo que nos ve crecer. Por tanto, la cajetilla de cigarrillos es el continente elegido. Una cajetilla que libramos de su relación mortífera y adictiva para que se transforme en otro tipo de droga, en un estímulo mental que no coloca aunque pueda aturdir. De blanco pintamos su superficie. Sobre ella pegamos nuestro sello, fijamos esquelas con relación al universo que esconde dentro. En el interior introducimos mitades de folios plegados a DIN A 8. Estos folios son nuestro lienzo en blanco, un espacio en el que nos permitimos jugar, relacionar, reflexionar, transgredir. Este trabajo no sólo se sustenta en el texto y el dibujo, no nos interesa que se convierta en un documento o panfleto, queremos que se vuelva un engranaje más dentro de nuestra trayectoria artística.

En cada número de “Papel engomado” ofreceremos una portada –que esperamos la realice cada vez un artista distinto–, una editorial –que escribiremos nosotros mismos, en la que se englobará los contenidos–, y una reproducción de la obra de cada uno de nosotros. Nos gustaría que las publicaciones rondasen un tema concreto, realizar monográficos y también ediciones independientes. Nos lo planteamos como un ejercicio abierto, experimental.

En este primer número, por ejemplo, hemos concretado un tema: “La erección de la cultura”. Todos hemos trabajado en torno a un círculo que nos provoca una incertidumbre sagaz, lacerante. Cada uno de nosotros ha enfocado la pieza de una manera distinta, aunque los enfoques tiendan a la misma crítica, el mismo descontento.

Seriada, “Papel engomado” hoy ve la luz con cien ejemplares. Si la cosa funciona, seguiremos produciendo la misma cantidad por número. Si no, reduciremos la tirada. La revista-objeto podrá adquirirse por el módico precio de un euro cincuenta o bien a continuación de esta presentación o bien durante el resto del mes en la puerta de la sala de exposiciones de este centro. Pretendemos conseguir una máquina expendedora de tabaco para facilitar al consumidor su adquisición. Todavía estamos gestionando este aspecto pero esperamos que de aquí a dos semanas ya sea una realidad.

Nuestra intención es que ésta sea una publicación trimensual. Haremos un número especial con motivo del 25 aniversario de La Regenta, el tema que trataremos tendrá que ver con los famosos fantasmas que aquí habitan. Ya hemos fijado fecha de presentación, el domingo 3 de Junio en nuestros estudios. 

Ya ven, “Papel engomado” es un espacio libre que reivindica la cultura y el fácil acceso a ella. Un lugar sin censura, de ensayo y error. Una pequeña caja llena de ilusiones pegadizas.

Para más información, pueden acceder desde internet a estudioslaregenta.blogspot.com.

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