La inauguración

La espera fue larga pero In memóriam llegó a tiempo. Con esta exposición, un ciclo se cierra y otro se abre. Se afianza una buena relación, y una mejor amistad, con Dalia de la Rosa, una joven talentosa que posee una combinación increíble de comprensión, concreción y sentimiento. Arropados por un público afectuoso y caluroso, dimos la bienvenida a esta nueva serie. Tal vez estuve más nervioso que en otras ocasiones -por desubicado-, sin embargo, qué buen sabor de boca.
g
g

Argelia Medina, Dalia de la Rosa y yo.




PS: Por políticas de empresa, no pude sacar fotos en el interior de la sala. Una lástima, la verdad.

Comentarios