El anónimo persistente

No sé quién es. Ni cómo dio con nosotros. Ni qué fue lo que le atrajo del cuadro, ni por qué es incapaz de olvidarlo. Desconozco sus motivos. Desconozco lo que le hace insistir. Por qué llama a mi puerta buscando respuesta; cuál es la intensidad de la intriga; cómo es posible que no satisfaga la curiosidad por su cuenta.

Sólo sé, que cada mucho tiempo, aparece.
g

Comentarios

Publicar un comentario