¿Por qué Gáldar no paga?

El 25 de Junio se hizo público en la Casa Cachazo y Verde Aguilar el fallo del XI Certamen de Pintura Ciudad de Gáldar - Premio Antonio Padrón. Para nuestra sorpresa, este año los miembros del jurado, teniendo en cuenta la crisis que estamos atravesando, decidieron entregar los dos premios ex aqueo, y que más recibiésemos un poco menos (yo "recibí" la mitad de un segundo premio que consistía en 1500 €, con lo cuál, me "tocaron" 750 €). Es decir, que con el dinero que, por lo general, emplean en adquirir dos obras, este año se han quedado cuatro. Hasta ahí bien. Las bases del concurso recogen que el jurado puede adoptar las medidas que crea conveniente, y si ése ha sido su criterio, no lo voy a discutir. Lo hubiese rebatido en caso de que el importe ganado hubiese sido inferior al precio del cuadro, y en mi caso, da la casualidad que es precisamente el mismo.

Ya estamos estrenando Diciembre, y los cuatro premiados no hemos visto ni un euro. Esto quiere decir que el Ayuntamiento de Gáldar lleva disfrutando de nuestras obras en su propiedad más de cinco meses sin que nosotros hayamos visto tan siquiera un céntimo. Vale, comprendo que ellos también están sufriendo la crisis y que tienen problemas con las asignaciones, pero ¿cuando se convoca un certamen de estas características, lo ético y razonable no es que el dinero ya esté reservado para no tardar en retribuir lo acordado? Está claro que según Gáldar, esto no es así (y doy constancia, porque he tenido la suerte de ganar otros tres concursos con dotación económica este año, que tampoco es lo normal). Nosotros, lo sé porque aunque ellos aún no se hayan enterado, los premiados estamos en contacto, hemos puesto más que de nuestra parte para hallar respuestas. ¿Por qué no se nos paga? Seguramente hay dinero para pagar otras cosas, ¿es que los artistas no comemos? ¿O porque como tenemos fama de ser unos muertos de hambre, afrontamos de distinta manera el no cobrar? Ni que estuviésemos acostumbrados. ¿Cabe la comprensión y la resignación? No, hombre, ¡ya está bien de que nos tomen el pelo!

Porque señores, yo no tendría problema si los responsables que se nos ponen al teléfono nos diesen una respuesta convincente y clara. No, en realidad ha sido todo lo contrario. Nos han toreado, se han burlado de nosotros, diciéndonos una y otra vez que el pago estaba a punto de efectuarse. Se iba a realizar al finalizar la exposición, al no tener fondos, decidieron suspender el acto de entrega de premios con el alcalde (acto que sólo sirve para sacarnos las fotos sonrientes, y sin cheques, ellos no son tontos, no hay sonrisas). Nos aseguraron que finalmente se posponía para Agosto (con posible acto y posible foto). Pasándose el mes, un servidor llama. Esta vez, no sé por qué rollo, se retrasa la entrega (ya sin acto oficial, saben que no habrá sonrisas) para principios de Septiembre. Dándose la maravillosa casualidad de que por esas fechas yo me encuentro en Gran Canaria, parecía que todo iba a salir así como nos lo habían contado. De hecho, según las palabras de quien me llamó, sólo faltaba una firma en el cheque para que pudiésemos ir a buscarlo. Lleno de gracia y buen rollo, me marcho a Venecia, y al volver, ¿con qué nos encontramos? ¡Pues que quién me había llamado para decirme eso, que todo era mentira! ¿A qué jugamos? ¿Al te pago pero no te pago?

Como comprenderán, mi indignación sería menor si desde un principio hubiesen sido sinceros, y nos hubiesen dicho, con todas las palabras, que están atravesando un mal momento y que no nos pueden asegurar cuándo cobraremos. En tal caso, uno hace acopio de toda su paciencia y espera el tiempo necesario. Pero no, ellos se lavan las manos y si los llamas, “Ay, mi niño, no te preocupes que cuando sepamos algo te llamamos, que tenemos tu número” (eso sí, con el mejor de los tonos, porque después de todo, con quienes hablamos, no tienen culpa de nada). Pues muy tranquilo no me quedo, porque si luego recibo una llamada, puede que en seguida se retracten y me dejen caer que posiblemente, sólo posiblemente, yo no esté del todo seguro de qué fue lo que oí.

Ahora nos cuentan (siempre entre los de cultura y los de tesorería, pasándose el testigo los unos a los otros, sin darnos oportunidad a hablar con nadie que esté por encima, cuando están constantemente afirmando que ellos están a la espera de la orden de un superior), que quieren pagarnos uno a uno, cada mes. Con lo que es muy probable, que uno de nosotros llegue a cobrar en Febrero o incluso Marzo (porque no creo que este mes pasado hayan pagado a nadie). ¿Es justo que hayan retenido cuatro cuadros, que de momento, no son suyos hasta que no se haga efectivo el contrato que recogen las bases, durante el tiempo que ellos hayan estimado pertinente? ¡Un poquito de seriedad con nuestro trabajo!

¿Qué es lo que podemos hacer? No tengo ideas (acepto propuestas). Y no quiero parecer ni desagradecido ni poco comprensivo, pero uno tiene sus límites. Según Gáldar, tendremos que alimentarnos a base de ajo y agua, mientras ellos siguen en posesión de nuestras obras y pierden la poca dignidad que les queda.

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