Desde Holanda con amor

Para mi asombro, hoy he recibido un e-mail escrito en un idioma que desconocía por completo. Lo abrí porque en el asunto ponía la dirección de mi blog, y ya saben por qué murió el gato...
El caso es que después de un buen rato tanteando teclas en un traductor, no sólo descubro que el idioma es holandés, sino que además es de una empresa flamenca que quiere colgar no sé qué anuncios en este espacio.
En principio desecho la propuesta, porque aunque me pagarían (o eso dicen) no lo veo claro (no deseo que se me asocie a nada específico, salvo a mí mismo). Pero cuando menos, no deja de resultarme curioso. Siempre pienso que aquí entra poquita gente. Hace no mucho, un amigo me dijo que siempre entra más de la que uno se imagina, que pusiese un contador de visitas si eso me preocupaba. La verdad, no me interesa, no quiero saber cuántos son los que curiosean, me interesa más saber a cuántos les llego (adentro, claro), y eso, no hay contador hecho por el hombre que me lo pueda enumerar.

Comentarios

  1. Y pensar que yo estas Navidades quería ir a Amsterdam...

    ResponderEliminar
  2. jejeejejejjjjj,lavida esta llena de cassssssualidaaaaddddddes, yalo sabessssss...

    ResponderEliminar
  3. Epale Joaquin, te escribe Ana la amiga de Roberto :) mi novio es Holandes, asi que si necesitas una segunda opinion o simplemente una traduction no dudes en decirme! quizas ellos estaban interesados en hacerte publicidad (y no, en poner publicidad en tu sitio web!), Saludos, Ana

    ResponderEliminar

Publicar un comentario